Bélgica - ¿Cómo un hijo de un granjero lechero se enganchó a las aves de corral? La historia de Koen Hoste (44), de Tielt (Bélgica). En 2009, se incorporó al negocio de sus padres, con 35 vacas lecheras y 30 hectáreas de tierras de pasto y cultivo de maíz. Además de las actividades ya existentes, inició una nueva línea de negocio: las gallinas reproductoras.
Mientras su esposa Annelies sigue trabajando fuera de casa, se construyó una primera nave para 16.500 aves. Desde el principio, Koen abordó la nueva rama del negocio de forma meditada y enérgica. Visitó a colegas avicultores, se informó de todas las posibilidades y equipó su nueva nave para reproductoras de pollos de engorde con sistemas de Vencomatic Group.
Ahorramos mucho tiempo y el estrés desaparece
De los nidos a la empacadora
La primera nave avícola estará equipada con dos filas de nidos de puesta de Van Gent y un concepto de ventilación único con un techo aislado con válvulas de entrada. Aquí, el aire se transporta hacia la yacija a través de válvulas en el techo. Los huevos incubables se recogen con máquinas Prinzen. Pronto, padre e hijo se apasionaron por la avicultura. También obtienen buenos resultados con las gallinas de esta nave. Al cabo de un año, decidieron construir una segunda nave, de nuevo con nidos de puesta Van Gent. Entre medio de las dos naves se construye una nave separada para los machos. Los gallos adicionales no se colocan con las hembras hasta que están realmente listos para la fase de cría.
La granja Hoste cuenta ahora con tres naves con 58.500 aves, una sala de huevos independiente y un muelle de carga. El hecho de tener que eliminar el antiguo establo fue una decisión difícil y valiente. Bromeando, Koen afirma que todo lo que su padre construyó lo está derribando él. Mientras tanto, Annelies dejó su trabajo fuera de casa y trabaja a tiempo completo en la granja desde 2016.
Koen es un empresario que mira hacia delante y está construyendo el futuro de su granja avícola. Por ejemplo, no deja piedra sin remover para modernizar su granja. Su granja avícola es muy eficiente y está casi totalmente automatizada. Para ello, Koen utiliza varios sistemas de Vencomatic Group.
El nido de puesta Van Gent para la disposición de las naves, el intercambiador de calor Agro Supply para un clima óptimo en las naves, el Vencobelt para el transporte seguro y automatizado de los huevos a la sala de huevos y una línea de empacado de Prinzen ampliada con varias soluciones Meggsius, para una selección, inspección y empacado minuciosos de los huevos en bandejas de incubación y carros de transporte o bandejas de papel.
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No podría prescindir del Meggsius
Datos útiles, ahorro de tiempo y menos estrés
Por eso, desde el año pasado, la granja avícola de Koen y Annelies cuenta también con el Meggsius Select, que selecciona automáticamente los huevos tomando 8 imágenes individuales de cada huevo. Además, estas imágenes, combinadas con el resto de información generada por Meggsius Count & Control, proporcionan datos aún más valiosos. Esto permite a Koen y Annelies ver remotamente en cualquier momento (24/7) cuántos huevos se han puesto y su calidad. Esto les permite reaccionar rápida y adecuadamente ante situaciones cambiantes.
Koen: "Si vemos en los datos que se ponen menos huevos en una determinada parte de la nave, investigamos qué podemos hacer al respecto, cómo ajustar la ventilación... Gracias a los datos, tomamos mejores decisiones. Vemos rápidamente en qué podemos mejorar".
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Aunque Annelies aún se mostraba crítica de antemano, la pareja está ahora muy satisfecha con el sistema Meggsius. Los huevos se cuentan automáticamente y se comprueba su calidad. En caso de fuga de un huevo, el Meggsius Detect se encarga de que el sistema se detenga inmediatamente, evitando así una mayor contaminación. "Se ha conseguido una gran tranquilidad", afirma Koen. "Ahorramos mucho tiempo y el estrés también ha desaparecido. Si olvidábamos algo, si la máquina estaba encendida…: eso causaba agitación. Ahora estas acciones humanas se realizan automáticamente".
Huevos para incubar de alta calidad.
Koen sigue participando en nuevos negocios, buscando una mayor comprensión y eficacia en el proceso empresarial. Todas las medidas de automatización que ha tomado en los últimos cuatro años le han aportado tranquilidad y ahorro de tiempo. Ahora Koen y Annelies pueden ocuparse del trabajo ellos dos solos. Sus hijos Louise (14 años) y Pierre (12 años) también ayudan ocasionalmente cuando es necesario. Todas las mañanas, cuando pasan 20 minutos de las 8, el sistema se pone en marcha automáticamente y los huevos empiezan a entrar. Koen y Annelies desempeñan un papel de control, apoyándose en los datos que pueden leer. Así consiguen los huevos incubables de alta calidad que se han fijado como requisito.
Este artículo apareció anteriormente en Pluimveeweb, de la editorial Agrio.
